jueves, 7 de mayo de 2009

Hay que saber hacer mejor, lo que tu sabes hacer



Dibujo preparatorio para "El cuerpo delicado III" aunque luego hice algunos cambios.


El Cuerpo delicado III
92 x 89 cm.
Oleo s/. lienzo

Siempre hay un roto para un descosido. Si no sabíais este refrán tan popular, puede ser porque sois muy jóvenes. Este refrán es muy sabio, como casi todos los refranes, porque han pasado de generación en generación y la gente ha aprendido de su enseñanza.

Cuando yo tenia unos 13 años más o menos, vivía en un barrio con verdadero sabor a barrio, donde todos nos conocíamos. A este barrio le llamaban "La ciudad sin Ley". Maravillosa ciudad sin ley de mis recuerdos. No, no estaba en el Oeste americano, tampoco había "balasera", aunque..., pero reunía unas características peculiares, de manera que yo nunca decía a las niñas de mi colegio donde vivía, porque la gente ponía cara de susto cuando se lo decía. No era para tanto, de hecho no era para nada. Bueno también puede ser que yo llegara al barrio cuando estaba en su etapa más light, ja, ja, ja, es posible que la fama le viniera de antes.

Bien pues en ese contexto vivíamos de lo más felices. Y ahí tenía yo una amiga muy mona, esta tenia una hermana más bien feita y que le faltaba algún hervor, con lo cual estaba destinada a quedarse para vestir santos, de casarse nada, es que ni se nos pasaba por la cabeza que eso pudiera ocurrir. Ahora recuerdo con ternura su cara y su manera de ser, y no sólo no la encuentro "feita" sino que tiene para mi mucho encanto.
Pues hete aquí que al pasar de los años, yo ya me había ido del barrio, me había casado y un día al cruzar una calle la vi pasar y me quede asombrada, imagen surrealista para mi, porque llevaba un niño en los brazos y otros dos detrás, uno de ellos agarrado a su falda.
Ella tuvo también su oportunidad.

A mi anécdota se puede aplicar el refrán de "siempre hay un roto para un descosido" que aplicado a las personas no me gusta tanto, me gusta más "todos tenemos nuestra oportunidad"

A estas alturas del texto, estaréis pensando; a Ana hoy se le ha ido la "olla" con el rollo "nostalgicoinfantil" y no piensa hablar de arte, ja, ja, ja. Pues no, aquí estoy agazapada para saltar de un momento a otro, es que he dado un rodeo o es que he cogido un apoyo para tener más argumentos.

Cuando yo decidí ponerme a pintar en serio o hacer de mi pasión mi profesión, mi mayor empeño era perfeccionarme, dibujar y pintar cada vez mejor. Ahí ponía toda mi voluntad. Aún cuando no dejé nunca de desarrollar mi potencial, lo que salía de mí, ahora reflexiono y pienso que hacía demasiado hincapié en dibujar más "perfecto" según los cánones de otros artistas o gente del mundo del arte.

Hoy en día pienso que no hay que saber dibujar mejor, como algo fundamental, sino que hay que saber hacer mejor lo que tu sabes hacer. Ahora lo pondré en mayúsculas para que quede claro. HAY QUE SABER HACER MEJOR, LO QUE TU SABES HACER.

Ojo no estoy diciendo que alguien que no tenga cierta destreza de dibujo básico, no haga nada más por aprender la base del dibujo académico, porque esos son los cimientos que sostendrán nuestra posterior manera de expresarnos a través del dibujo. Pero también digo que hasta ahí. Que no tenemos que ir más allá, que nuestro empeño no ha de ser dibujar como Ingres, o como fulanito o menganito, que tenemos que enfocarnos en desarrollar y perfeccionar lo nuestro. Y ya es bastante tarea, se necesita toda una vida para sacar todo nuestro potencial, por eso no podemos perder el tiempo en aprender a dibujar según la mirada de otros. Sí, porque llega un momento que eso es como una losa muy pesada que cargamos a nuestras espaldas. Llega la liberación cuando decidimos centrarnos en nosotros. "Insiste en ti mismo, nunca imites" decia Emerson.

Pues bien todo esto es para decir que ante todo es primordial creer en uno mismo y en su trabajo. Quien no ha pensado alguna vez eso de "mi trabajo no le gusta a nadie" "nadie me compra lo que hago" y así unos cuantos de pensamientos negros en una noche negra, metido en un pozo negro, ja, ja, ja.

Pero siempre hay un roto para un descosido o siempre todos tenemos nuestra oportunidad. Hay personas que admiran tu trabajo y otras que además están dispuestas a comprarlo, sólo hay que encontrar a esas personas. No hay que dibujar perfecto, no hay que intentar convencer a los que no les gusta nuestro trabajo para que les guste. No hay que adaptar nuestro trabajo para que guste más o a más gente. No. Solo hay que encontrar a las personas que ya les gusta nuestro trabajo, porque comparten con nosotros el mismo sentido de la estética, (colores, formas, etc.) Sólo tenemos que hacernos visibles para esas personas. En eso tenemos que poner nuestro empeño.

2 comentarios:

Lola Prieto dijo...

¡Que bonito Ana, me has emocionado!fantástica tu explicación, tus vivencias y la seguridad en ti misma que es lo mas importante. Luego, venderás o no venderás pero tu estás gozando con tus obras, plasmando tus sentimientos y tu forma de ser, tan trasparente que se deja ver...
Me siento orgullosa de ti. Adelante con tus vídeos y tus obras. Cantidad de besos. Lola

Ana Gonzalez dijo...

Muchas gracias. Eres muy generosa siempre. Al final van a pensar que somos familia, ja,ja,ja. Monton de besos tambien para ti.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails