La muerte del artista, es la satisfacción (1ª parte)

La insatisfacción es lo mejor que le puede ocurrir a un artista, esa incomodidad de no poder controlar el todo, eso es lo mejor, eso nos espolea a ir en busca de la perfección, y esta como ya sabemos no existe, asi que es una lucha infructuosa, perdida de antemano, pero muy beneficiosa para el artista, porque en ese proceso o camino es donde va aprendiendo, superando las dificultades y encontrando pequeñas satisfacciones.

Casi siempre la satisfacción, la veo, en gente que empieza, precisamente porque aun no han entrado a fondo en la materia, las dificultades vienen luego cuando ya nos metemos en harina y realmente nos damos cuenta de la complejidad de una obra, de todos los parámetros que hay que manejar. Digo esto porque a veces la satisfacción viene solo por saber manejar más o menos bien una técnica.

Entonces si un artista esta cómodo, satisfecho con lo que esta haciendo, le deberían saltar las alarmas, porque eso quiere decir que no se esta enfrentando a ningún reto, que ya tiene la lección aprendida, que ya todo es coser y cantar, domina su técnica, esta instalado en la rutina y ahí es cuando le ha bajado el nivel de pasión, (sin pasión, nuestras obras no transmiten nada al espectador) . Mal asunto ese.

Para mi es muy importante la pasión, tiene que estar en las obras en un porcentaje muy alto, luego vienen los otros ingredientes, pero ese no puede faltar.