jueves, 14 de enero de 2010

El Baño

My mother bathed my brother.


Mi madre bañando a mi hermano en un barreño. En aquellos años pocas casas tenian duchas. Tampoco tenian televisores. En mi barrio sólo había una familia con televisor y allá que íbamos todos los niños a ver la tele. Como era en unos bajos, mirábamos por la ventana.

Esa familia como casi todas en el barrio se dedicaba a hacer trabajos en casa y en concreto ahí montaban etiquetas para la ropa, en otra casa almanaques, etc. Veias a toda la familia mirando la tele y cada uno con una cestita en la mano montando las etiquetas. A veces también dejaban entrar a los niños del barrio, te sentabas en el suelo y te daban tu correspondiente cestita llena de etiquetas y mientras veias la pelicula, ibas montando las diferentes partes de la etiqueta.

Nos parecía un privilegio que nos invitaran a pasar en vez de estar afuera pasando frio, pero no sé..., ahora pensándolo bien no sería eso una explotación infantil encubierta, ja, ja, ja.



"The Bath". The colors are deep, misty, as unreal, with a special finish because the last layers are painted in encaustic (beeswax and oil paints or pigments) worked with spatulas.

He tratado el tema del baño en varias de mis obras, como en esta más reciente que la anterior, que se llama precisamente "El Baño". Los colores se ven profundos, brumosos, como irreales, con un acabado muy especial porque las ultimas capas estan pintadas a la encáustica, (cera virgen y oleos o pigmentos) trabajadas con espatulas.

4 comentarios:

Manolo dijo...

Hola Ana.

No se si me estoy aficionando más a tu trabajo o a tus historias.

Yo quiero participar con las historias, en aquello de la única tele del pueblo, que detalles a parte coincido con lo que explicas. Para mi los mejores momentos eran los de corridas de toros en las tardes de verano, no por los toros que nunca me interesaron, pero era genial, sacaban la tele por la ventana que daba a la plaza del pueblo y todo el mundo se iba allí con su silla a ver los toros y como teníamos a todos los adultos concentrados en un punto, nos quedaba todo el barrio libre para nuestras trastadas, que será por lo del verano, siempre recuerdo con agua volando y sangre en la rodillas; una de las gordas fue intentar cortar la luz al potentado vecino de la tele, afortunadamente no se electrocutó nadie, con aquellos cables de cobre pelados que iban por las fachadas ¡el ángel de los niños!.

Tus trabajos de baños, también me llevan al mundo de los recuerdos, reales o irreales, imaginados o soñados, sueños que se alejan en el tiempo y en el espacio, que los colores se empeñan en anotar su presencia; que quedan grabados en la retina, con la misma fuerza con que puedo recordar el olor del champú de brea con que mi madre me limpiaba el pelo, dentro del barreño, como si fuera ayer mismo.

Un saludo

Rosina dijo...

Hola Ana! como siempre admiro tus obras y como las cuentas.
En mi barrio la unica casa con televisor era la nuestra! asi que tambien venian niños y adultos a sentarce en el porche a ver lo que sea que pasaran los 2 o 3 canales que habia en ese entonces.. que tiempos! eso si, nosotros no los haciamos trabajar! jajjajaja
besos!

Diana de Méridor dijo...

Que cosas, madame. Aquello que hoy nos parece tan cotidiano hace no tantos años apenas existia, o era toda una novedad. El mundo avanza deprisa, muy deprisa.

En su segunda obra parece percibirse la calidez del agua incluso. Un baño calentito es lo que mas me apetece ahora, despues de una dura jornada.

Buenas noches, madame

Bisous

Esther Morales dijo...

Uau, esta última obra es increíble, me encantan los tonos que has conseguido :O

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